CONOCE SU BIOGRAFÍA Y ORA POR ÉL
Soy José Guadalupe García Ramírez, nací el 25 de febrero de 1995, provengo de una familia pequeña, conformada por cinco personas, siendo yo el mas chico, mi hermano Jorge, después Licinio y mis papás José Jorge García Tamayo y Pilar Ramírez León. Toda mi infancia la pase en Valle de Santiago.
Desde muy pequeño sentí el llamado a esta vocación, era el típico niño (probablemente no tan común como quisiera pensarlo), que sus juegos eran hacerle al padrecito, siempre veía a mis hermanos rezar por las noches con mi mamá y era curioso como comencé a imitar sus gestos, para unirme a ese momento en el que según yo también esta rezando con ellos, me gustaba asistir a los novenarios a la virgen y a las posadas que hacían por mi cuadra, y jugar con mis hermanos y amigos a que les daba Misa.
Conforme fui creciendo la inquietud fue permaneciendo en mí, era el niño que soñaba con ser padrecito. Mi primaria y secundaria la curse en un colegio de religiosas de la Familia de Corde Iesu, las cuales hoy pudiera atribuir un poco de mi espiritualidad y algunas las devociones particulares que tengo, como es mi profundo amor al Sagrado Corazón.
Desde muy pequeño fui monaguillo con la ilusión de que pronto pudiera recibir mi primera comunión. A lo largo de este tiempo tuve varias invitaciones a pre-seminarios de algunas congregaciones religiosas, a las cuales nunca tuve el permiso de mis padres para asistir, por lo cual en un trato con mi madre, solamente podía asistir o tomar la decisión de irme al seminario una vez que terminara la épreparatoria, esto abrió paso a tomar la decisión personal de dejar a un lado esta idea del niño que quería ser padre y llevar la vida de un joven más “normal”; estudié mi preparatoria en la Universidad De La Salle bajío en Salamanca, y fue entonces cuando estaba a punto de terminar la preparatoria y era momento de ver universidades, carreras, etc. que volví a poner en la bandeja la opción de irme al seminario, lo cual a muchos causo gran sorpresa pues pensaron que era una etapa ya superada en mi persona, fui y busque al sacerdote con el cual había sido monaguillo muchísimos años, el me llevo a conocer el seminario e indicarme como ponerme en contacto con el promotor vocacional, el cual me dirigió para comenzar un proceso vocacional, sin embargo, paso el tiempo y no tenía respuesta de este proceso, y ante la presión de mis padres de mejor estudiar la universidad y después tomar una decisión mas acertada, así como la presión de mis primos y amigos de irnos juntos a embarcar en la nueva aventura de ser universitarios, decidí cerrar la puerta del seminario e irme a la universidad a León; pero la espinita de ser sacerdote no dejaba de insistir, por lo que después de un año decidí buscar retomar mi proceso vocacional y dejar la universidad, con el temor de que esto implicaba no tener el apoyo de mis padres, a pasar de todo al verme tan decidido mis padres decidieron apoyarme, aunque mi madre no estuviera muy convencida de esto, en este proceso tuve la oportunidad de estar muy cerca de un sacerdote ya retirado que durante muchos años había sido párroco en mi ciudad, el cual sin duda dejo muchas enseñanzas y una gran huella en mi vida y en mi vocación, Mons. Francisco Ponce Carapia, quien por “diosidencias” habría sido el sacerdote que me había bautizado y dado el sacramento de la confirmación.
Fue entonces en agosto del 2014 que me adentré a la aventura del seminario, iniciando en
la etapa del Curso Introductorio, en la comunidad de Churipitzeo, Pénjamo, siendo la primera generación que estaría en la que sería la casa formal de esta etapa del seminario; en el 2015 inicié mis estudios filosóficos ahora en el seminario mayor de la diócesis de Irapuato, más adelante en el 2018 comencé la etapa configurado con los estudios teológicos, en esta misma casa de formación, en donde terminé mis estudios en el 2022.
Ante algunos cambios de planes por parte de Dios, en diciembre del 2022 inicié un proceso vocacional en la diócesis de Celaya en la Parroquia de San Pedro en Mineral de Pozos , Gto, en donde después de haber conocido un poco la realidad de esta diócesis he decidido incardinarme a ella y en agosto del 2023 he iniciado formalmente el proceso de año de inserción parroquial. En realidad no hay nada extraordinario en mi vida, pero Dios me ha llevado por caminos que no conocía, por lugares a los que nunca había pensado que iba a ir, ha cambiado mis planes muchas veces pero siempre me ha dado lo que necesito.
Seré ordenado diácono el próximo 05 de febrero de 2024, ora por mi vocación.
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